Chiquitín era un erizo alegre al que, lo que más le gustaba hacer cuando llegaba a casa, era dar un fuerte abrazo a su madre y a su padre.
Pero tenía un problema. No sabía por qué, pero algunas veces, le pasaba que se pinchaba con las púas de sus papás. ¿Sería culpa suya? ¿Cómo podía evitarlo?
Finalmente decide salir en busca de una respuesta y, para ello, va a preguntar a sus tíos y a su abuela, si le pueden ayudar.
La respuesta no será tan sencilla como Chiquitín esperaba… pero le ayudará a solventar su problema, además de descubrir otros aspectos de sí mismo que aún no conocía.